Poder utilizar leche de descarte para la primera etapa de la crianza de sus terneros es muy conveniente por su alta calidad nutricional. Es además, una forma de darle valor a un producto que no se puede entregar a la industria y que incluso su descarte genera un problema logístico y de impacto ambiental. Si esa leche no se pasteuriza se corre serio riesgo de graves contagios con enfermedades que serán un problema en la vaca adulta durante toda su vida útil; en cambio la alimentación con leche de descarte pasteurizada genera importantes ventajas por mejores ganancias de peso, mejor estado sanitario de las terneras e incluso por bajar costos de crianza ya que la leche es lo más caro en los primeros 60 días de vida de las terneras.